Actualmente, en el mundo organizacional y empresarial, la capacitación es un elemento clave para el éxito. Es esencial que las empresas inviertan en su personal, especialmente en sus mandos intermedios, para asegurar una dirección efectiva y una cultura de crecimiento y mejora continua. La capacitación a mandos intermedios no solo mejora sus habilidades y conocimientos, sino que también aumenta su confianza y motivación, lo que, a su vez, conduce a una mejor gestión y productividad.
Cuando un mando intermedio realiza un curso intensivo de un día o una semana puede proporcionarle información valiosa, pero es poco probable que tenga un impacto duradero en la forma en que maneja su trabajo. En cambio, un programa de capacitación de larga duración permite que los conocimientos y habilidades sean incorporados gradualmente y, por lo tanto, tienen más probabilidades de ser aplicados de manera efectiva en su día a día.
Además de ser de larga duración, es importante que dicha formación sea en grupo para que exista contraste y aprendizaje colaborativo. Cuando los mandos intermedios se reúnen para aprender juntos, comparten sus experiencias, desafíos y soluciones, lo que enriquece su comprensión y aplicación de los conocimientos adquiridos. Además, les brinda la oportunidad de crear redes y establecer relaciones significativas con sus colegas, lo que puede ser valioso en el futuro.
Por todo ello, es fundamental tener presente que es de vital importancia que acompañemos a nuestros mandos intermedios proporcionándoles un programa de capacitación de larga duración y en grupo, ya que como decíamos anteriormente, es la mejor manera de asegurar que los conocimientos y habilidades adquiridos sean incorporados en el trabajo de su día a día.